Nuestros compañeros de la Comunitat Valenciana, y todos nosotros por extensión, se enfrentan a un problema grave de falta de seriedad y colaboración por parte de la Administración y, en consecuencia, han escenificado ante la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Comunitat Valenciana el "entierro del MTB".

La falta de conocimiento de nuestra actividad, las presiones interesadas de ciertos grupos y creerse los dueños de la finca, en lugar de quienes tienen que guardarla, Han llevado a cambiar el texto de la alegación aceptada en exposición pública, sin justificación ni informe que lo avale y, básicamente, por un criterio personal de “alguien” en la Consellería.

Cuando la ideología y las presiones políticas se cruzan con el procedimiento administrativo, el sentido común y los usos de los ciudadanos se produce el choque y suele ganar el “empleado”, el que escribe en el Boletín Oficial, no el ciudadano. 

Cuando no existe criterio alguno, se regula por opinión o gusto personal, se sepa o no de lo que se habla.