El pasado domingo 23 de junio, la Serra Llarga ilicitana fue testigo de una verdadera persecución por parte del SEPRONA y los Agentes Medioambientales. Tenemos constancia de varias denuncias practicadas en un popular sendero, que discurre fuera de cualquier Espacio Natural Protegido.

La inacción de todos los estamentos de la Administración no puede terminar en denuncias y multas por actos que no suponen ninguna infracción.

HAY QUE EVITAR ESTOS ABUSOS Y RECURRIR. Con esta arbitrariedad y las ganas de perseguir a nuestro colectivo, nos puede pasar a cualquiera, necesitamos organizarnos y presentar recurso a cada una de estas denuncias y comenzar a plantear recursos frente a la Administración sobre las prohibiciones, ya que las buenas intenciones expresadas nunca se transforman en hechos.

Lejos de amedrentarnos esto nos arenga a seguir trabajando por defender lo que amamos: disfrutar de la montaña dando pedales por sus sendas.