De una primera y rápida lectura del texto normativo hemos podido comprobar que se han admitido varias de las alegaciones que planteamos en nuestros escritos.
En primer lugar, se define qué es el ciclismo de montaña, por lo que el apartado ya no empieza prohibiendo, si no que se define en qué consiste esta actividad recreativa o deportiva. Agradecemos que se haya tenido en cuenta.
En segundo lugar, se considera al ciclismo de montaña como una actividad compatible con los fines del parque, en las zonas y recorridos que se han establecido en el anexo IV de cartografía, lo que es muy importante de cara al futuro.
Se elimina la ilógica restricción a las bicicletas pedelec o de asistencia eléctrica que, al ser a todos los efectos legales, ciclos, se admite su uso y circulación por los mismos recorridos permitidos para las bicicletas. Nos alegramos de que se haya aceptado la alegación.
Se han ampliado los grupos de ciclistas y se regulan los grupos y los permisos necesarios en su caso, con mayor amplitud y flexibilidad que antes.
Y llegamos al nudo gordiano del texto que no es otro que el Anexo IV de cartografía en el que se han marcado las rutas que consideran los gestores del parque que son por las que debemos circular y no otras. Habrá que ver cómo se materializa este mapa sobre el terreno, pues habrá que informar correctamente al ciudadano.
La cartografía que aportan en el anexo IV es muy deficiente, con total falta de definición y carente de los mínimos detalles, como para que parezca que es mucho, cuando realmente es nada. No es de recibo que la CAM publique esta cartografía tan deficiente. Dicen que se han aumentado de 12 rutas a 15.
También se va a dejar abierto el anexo IV para poder incluir o eliminar otras rutas, de acuerdo con los gestores del parque.
De todo ello se deduce que ambas comunidades han realizado un ejercicio de reflexión y parecen más inclinadas a ver la realidad de la zona geográfica que ocupa el parque nacional y no la ensoñación que persiguen ciertos colectivos.
Consideramos un avance la mera declaración de intenciones y creemos que podremos seguir progresando en la regulación lógica de los usos ciclistas poco a poco.
Para ello necesitamos la colaboración de todos, para que más de 13 años de trabajo no sean en balde.